Con este blog se pretende tener un contacto sincero con Dios y los hermanos. Daros puntos de reflexión, oración e información. Un vehículo humilde de extensión de nuestra fe, a la vez que un modo de conocernos mejor y acercar nuestras parroquias a vuestros hogares, a vuestra vida. Este blog interparroquial está abierto a todos vosotros, con el único fin de crecer en el seguimiento de Jesús.

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ENTRADAS



Día del Seminario

Celebramos en este domingo el Día del Seminario, con el lema "La alegría de anunciar el Evangelio". Es un deber de todos nosotros ayudar a nuestro seminario y orar para que surjan jóvenes dispuestos a anunciar la alegría del Evangelio como sacerdotes.
San José es patrono y modelo de los seminaristas, aquellos que se están preparando para el ministerio sacerdotal. El sacerdote también es un hombre llamado por Dios para colaborar con él en esta corriente de gracia que es la historia de salvación, que llega hasta nosotros y se prolonga después de nosotros. Dios siempre necesita colaboradores para anunciar la salvación a los hombres y mujeres de la historia. Siempre hay que anunciar a Jesucristo; siempre hay que anunciar la salvación del Evangelio.
Por eso, siguiendo el lema de este Día del Seminario, necesitamos jóvenes que quieran continuar colaborando con Dios en la historia de la salvación anunciando la alegría del Evangelio como sacerdotes. El Evangelio anuncia la alegría y se anuncia con alegría. Anuncia la alegría, de la salvación acontecida en Jesucristo, y se anuncia con alegría, porque el sacerdote es consciente del misterio que proclama.
En este Día del Seminario, oremos por las vocaciones sacerdotales y ayudemos en la medida de nuestras posibilidades para que surjan muchos jóvenes dispuestos a decir "si" en el ministerio sacerdotal.
Por este motivo, las colectas de este fin de semana, en nuestra parroquia, irán destinadas al Seminario.

Lo que no se ve de nuestra parroquia

Con motivo de los adornos colocados en el altar para la Cuaresma, se ha podido observar lo que se esconde detrás de nuestro retablo de plata: el mal estado de la madera que soporta la plata, la escalofriante instalación eléctrica que recorre toda la madera, además de restos florales, trozos de madera carcomida y gran cantidad de suciedad.




Nuestra parroquia se viste para la Cuaresma

La Cuaresma es un tiempo de preparación para la celebración de la pasión. muerte y resurrección de Cristo. En ella se nos invita a la oración, a la profundización de la palabra de Dios, a la austeridad y a la ayuda a las necesidades de los demás. Estos puntos deben ser testimonio de nuestra vida y además se deben de reflejar en nuestros templos. Por este motivo se elimina toda ostentación en los adornos, se cambia al color morado correspondiente a este tiempo litúrgico y se resalta la cruz, símbolo del cristiano. Nuestra parroquia, este año, quiere vivir este tiempo reflejando estos signos, por lo cual, hemos resaltado nuestro crucificado con el color morado y junto a él, su madre, María en los Dolores y su discípulo amado, San Juan.



Miércoles de Ceniza. Inicio de la Cuaresma


Hoy comenzamos el tiempo litúrgico de la Cuaresma. Como su nombre indica son cuarenta días de preparación para la celebración de la Pascua. Es un periodo de cambio y de conversión en nuestras vidas, se nos invita a ir al desierto, a dejar nuestras comodidades y abrirle de par en par el corazón a Cristo, para dejarnos llenar totalmente de su Palabra. Hoy se nos presenta la preparación Penitencial que se realiza con la imposición de la Ceniza. Preparémonos pues para recibir de Él la fuerza liberadora de su misericordia y su perdón.

Cuaresma 2014. "Elige la vida"

Estamos "Amenazados de vida". Mientras en el mundo se multiplican sin parar las amenazas de muerte, la violencia, la desesperanza y el engaño, desde el segundo día de cuaresma, la liturgia nos sitúa delante de lo esencial de este tiempo: es un camino hacia la Pascua... amenazados de vida en plenitud.

La Vida tira de nosotros hacia arriba, la Vida tiene nombre y apellidos, se llama Jesús de Nazaret. Por eso, aunque todo se vista de morado y se nos invite a la penitencia y el ayuno, perdería su sentido este tiempo si lo viviésemos exclusivamente como camino de muerte y no se convierte en camino auténtico hacia el que es la Vida.

Pero para ello es necesario elegir. Elegir en libertad, fiados de su Palabra, sin olvidar nunca que Él nos amó primero (1 Jn.4,19), nos buscó primero y nos eligió primero (Jn.15,16). Es cierto que por el camino habrá que ir muriendo pero para vivir, para que la vida vaya ganando espacio, vaya llenando de aire nuevo y de esperanza cierta lo que ya huele a muerto en nuestro corazón.

La Cuaresma es tiempo de elecciones. Dicen que la vida la pasamos eligiendo, haciendo elecciones pequeñas o grandes: tomar un café o un refresco; casarnos o consagrarnos a Dios. Ser cristiano no es una elección más de todas las que hacemos, sino la fundamental. Pero al océano de esta vida se llega por los riachuelos de las decisiones cotidianas.

El lema que hemos escogido para esta Cuaresma, tomado del libro del Deuteronomio nos invita y apremia a elegir con paciencia pero sin demora. “Hoy” es una de las palabras más repetidas en el capítulo 30 del que extraemos el lema. Elegir la vida es elegir a Dios que inicia, acompaña y es meta del camino. Pero elegirlo no solo de palabra, de labios para afuera, sino de corazón. Tomar la “determinada determinación” que decía Santa Teresa de Jesús, de no perder más tiempo, de abrazar la vida en plenitud. Y eso solo es posible si nos hemos sentido divinamente amados y respondemos amando y manteniéndonos “pegados” a Él, escuchando su voz, especialmente este año dedicado a la Palabra y empeñándonos en seguir sus caminos.

No siempre será fácil. Porque elegir es renunciar. ¡Y cuanto nos cuesta renunciar! Primero porque nos gustaría poder tenerlo todo y tenemos la perenne tentación, como nos recuerda el evangelio del primer domingo, de quedarnos sólo en un deseo, en un sentimiento que no se ejecuta o de reservarnos una parte, de buscar la componenda en ocasiones vestida de cosa buena, para intentar no perder.

En segundo lugar, porque no siempre en la vida tendremos que elegir entre una cosa buena y una cosa mala, que es relativamente fácil de hacer. En ocasiones, el seguimiento del Señor, nos exigirá optar entre dos bienes y habrá que decidir, sin esperar a que las cosas se resuelvan solas.

Necesitaremos entonces pedir luz, avivar el deseo y tener voluntad. Luz que nos viene de Él, deseo que brota de la experiencia personal de haber sido infinitamente amados a pesar de nuestros límites y pecados y la voluntad de llevarlo adelante, que depende de nosotros.

En esta Cuaresma, estamos invitados a elegir la vida porque semana a semana, el ritmo bautismal de este ciclo A, nos irá conduciendo a través de la escucha de la Palabra, venciendo las tentaciones y contemplando al Maestro, lavados en el agua e iluminados por la fe, escuchar la voz del que es la Vida, que desde arriba nos grita: "¡Lázaro, sal fuera!" "Elige la vida".